sábado, 22 de marzo de 2008

La fé también se estudia

Hola
La fé es creer en verdades no demostradas. Eso es más común que lo que la gente cree. Yo creo en la Antártida aunque nunca la he visto y posiblemente nunca la vea. Pero creo en ella porque personas de gran autoridad intelectual y moral me han dicho que existe y claro me la muestran en planos, en fotografias y relatos. Ahora ultimamente he visto hasta una película de la Antártida y en el sistema de mapas de Google puedo "verla" desde satélite, eso me dá más confianza de que existe. Pero de hecho nunca he dudado de ello y podría defender su existencia con todas mis fuerzas. Hay muchas otras "verdades" que también creemos y que eventualmente sabemos son verdades parciales y sin embargo somos capaces de dedicarle toda una vida a estudiarlas como son las "verdades"de la física o de la biología, que por supuesto dadas sus dimensiones no las vemos, ni sentimos.
Desde que eramos chicos poniamos toda nuestra confianza en nuestros padres y luego en nuestros maestros, que nos contaban historias sobre el pasado o nos decian tantas cosas que poniamos toda nuestra fé en ellas. Pero hay una cosa qeu a veces ponesmo más que en duda y/o no le hacemos caso. Me refiero claro a las cuestiones metafísicas: la existencia de Dios,... la religión etc. Me parece muy importante que dudemos de ellas, pues la fé verdadera y madura es una fé reflexionada que crece y crece a golpes. La fé religiosa no es como otras "verdades" que no nos afectan tanto en nuestra vida cotidiana, que más nos dá a la mayoría de las personas si los quarks existen como partículas o son sólo una manifestación ondular de la energía u otra cosa. Pero Dios si nos afecta o nos debería de afectar pues le daría un significado especial a la vida. ¿Para que estamos aquí? ¿Porqué debemos de actuar de determinada manera? ¿Tiene un sentido la moral?
Me parece importante pues que no solo reflexionemos, sino que estudiemos estas cuestiones, que veamos que han dicho o escrito los grandes pensadores, filósofos y maestros. Esto significa que le dediquemos tiempo y esfuerzo algo tan fundamental. No lo podemos, no debemos dejarlo de lado. La vida se nos está escapando en un vertiginoso abrir y cerrar de ojos que llega un momento que nos preguntamos que hemos hecho de nuestra vida, para qué, que haremos de lo que nos falta de vida y porqué.
Los que creemos en Dios sabemos que Dios no es demostrable y no puede ser demostrable, es decir deducido por la razón, si así lo fuera no sería Dios, sería tan sólo una ilusión de Dios a la cual yo con mi razonamiento habría superado. Dios es por definición inmenso , absoluto y rebasa toda comprensión. Sin embargo no es irracional o absurdo, le da luz y explicación a todo. Pero requiere de otra cosa aceptación de nuestra parte. La fé es un don de Dios pero requiere de nuestra libertad para aceptarlo con humildad, llamenlo como le llamen, y es una vivencia. Pero al igual que Einstein y otros grandes científicos, mientras más conozco me doy cuenta que ahí está el creador, el origen de todo este mundo y universo, el sostén de la vida y del ser. Está Dios en todas partes y en todas las cosas y situaciones, pero también está más allá. Yo no lo puedo demostrar pero es lógico.
Las otras partes de la fé religiosa son aún más contraversiales, pues si bien uno acepta que Dios existe, la pregunat natural es como me relaciono con ese Dios, ¿ en forma individual? ¿a través de mi pensamiento? ¿a través de mis oraciones? ¿a través de mi prójimo? ¿necesito de una religión establecida? ¿cuál es la religión verdadera? ¿ tienen sentido los ritos de las religiones?

Las respuestas a estás preguntas y otras articulas nuestra vida cotidiana, y hay que contestarlas razonablemente sabiendo que claro no hay una demostración. Los milagros son siempre contraversiales, la magia, el ilusionismo y los engaños nos enseñan a desconfiar de ellos. Aunque siempre he creido que los milagros están ocurriendo a cada momento que vivimos de lejos va más allá de todas las probabilidades, lo que nos ha sucedido no solo es resultado del azar, creo que hay una intervención sobrenatural en muchas cosa. Pero claro no puedo demostrarlo
pero hay una certidumbre en mi ser que me dice que así es y reflexiono en lo que me ha pasado y veo que no es al azar aunque yo haya decidido muchas cosa buenas y malas, Dios ha estado ahí; es una vivencia personal.

Todas estas reflexiones son para decir que no debemos dejar de crecer en la fé, de seguir reflexionando y ayudados por las multiples enseñanzas, qeu no debemos de temer a poner en duda las cosas. Que sigamos pues estudiando la fé.

A continuación les reproduzco un articulito de nuetros amigo Aguiló y de Fluvium sobre el tema, que les aproveche.
Eduardo Rivera (esposo de LuisaTere)

Fortaleza para creer

Alfonso Aguiló
www.interrogantes.netpara Fluvium

Porque hay también enfermedades del alma

Algunos, cuando ante sus problemas oyen hablar de Dios, o les hacen alguna consideración sobrenatural, cambian de sintonía y desconectan por completo. Reaccionan como si dijeran: "Vamos a ser prácticos, por favor. No me vengas ahora con sermones como si yo fuera un infeliz en busca de resignación. Quiero soluciones."

Quizá no comprenden que el alma es algo muy importante. A lo mejor esas personas entienden muchísimo sobre como funciona el cuerpo, y pueden hablar de niveles de colesterol o de transaminasas, conocen bien qué conviene a su salud de su cuerpo y como prevenir o curar una gripe, o lo que sea, pero no saben una palabra sobre la salud de su alma, siendo como son sus enfermedades mucho más dolorosas.

No olvides que la raíz de muchos problemas está en el alma. La raíz de muchos de tus problemas está en tu alma.

"El moderno experimento de vivir sin religión ha fracasado", decía Schumacher. Por eso, muchas veces, cuando la gente nota un vacío grande, y se pregunta qué le falta a su vida, lo que le falta es la rectitud de la fe, el acatamiento de Dios. Ese reconocimiento es lo que hace que la vida esté construida en sabiduría y libertad. No veo a Dios por ninguna parte —dicen—, mi fe se muere, o mi fe se ha muerto... y quizás la fe sigue latente, ahogada por esas costumbres insanas o aquellas claudicaciones inconfesables.

La fe es algo personalísimo de lo que no se puede prescindir, y en ella actúa la iniciativa de Dios; y la iniciativa es de Dios, pero nuestra respuesta es decisiva.

A veces, en medio del griterío de nuestro mundo interior es imposible oír su voz, y no queremos o no podemos responder. Y dejamos que permanezca esa duda, que es perezosa, que no quiere terminar de enterarse; porque supone volver otra vez al viejo tema, porque supone afrontar la realidad de muchos desengaños, y cambiar. Y cuesta. Y es más fácil dejarlo pasar. Pero hay que dar un paso, de fortaleza y de generosidad, y la duda inmediatamente pasa a ser una duda deseosa de comprobación, ansiosa de búsqueda, dispuesta a hacer lo imposible por penetrar en la verdad.
Cuando falta un serio y razonable estudio

Otras veces, el problema de fe proviene del desequilibrio en la formación. No es difícil encontrarse cristianos que son brillantes en su profesión, incluso cultos, muy leídos y muy viajados, con grandes experiencias quizá, pero absolutamente ignorantes en lo referente a su fe. Son intelectuales cristianos que abandonaron el estudio de los fundamentos de sus creencias con el final de sus estudios primarios o con las primeras crisis de la adolescencia; que conservan una imagen de la teología que bien podría servir para un cuento de hadas, cuando la teología es sin duda la ciencia sobre la que más se ha hablado, escrito, investigado y debatido, a lo largo de todos los siglos. Les falta estudio de su propia fe, que es equilibrio en su formación.

Y esa fe débil bien puede tener su causa en una formación religiosa deficiente o impartida por personas que no han sabido mostrarles su grandeza. Esa ignorancia es un formidable enemigo de la fe, puesto que la fe en cualquier cosa exige siempre un suficiente conocimiento previo.

Por eso hemos de ser consecuentes y dedicar el tiempo y esfuerzo que sean precisos para tener un conocimiento de la doctrina cristiana adecuado a nuestra condición intelectual. De esta forma, la experiencia de tantos siglos en la vida de tantas personas nos ayudará a vivir esas exigencias y a superar las dificultades que se nos presenten, que quizá no sean nuevas.

No hay comentarios: