domingo, 28 de noviembre de 2010

Nosotros y los bovinos

Recientemente salio un libro llamado "Beyond Beef: The Rise and Fall of the Cattle Culture" cuya traducción sería más o menos: Mas allá de la Ternera: La subida y caida de la cultura del ganado. De esta obra de Jeremy Rifkin extraemos unos datos que nos impactaron mucho sobre esta cultura carnivora.
Actualmente hay más de 1.3 billones de bovinos sobre la tierra. y ocupan el 24% de lo suelos, consumiendo una cantidad de cereal que podria alimentar a varios cientos de millones de personas, su peso es superior al de todos los humanos sobre la tierra...
La cultura de la carne principalmente de vaca y toro no es nueva, posiblemente venga de cuando los hombres del Neolitico empezaron a dejar de ser nómandas y empezaron a desarrolar además de cultivos tierras de pastisaje para tener bovinos, importando el gusto por la violencia y la guerra a los pobres animales que guardaban. Posiblemente en el antiguo imperio de Egipto se extendió el gusto refinado por la carne que se respanderría luego al Mediterraneo hasta la antigua Roma y de ahi a todo el mundo. Los primero bovinos los trajo a América Cristobal Colón y encontraron espacio fértil en Argentina, En América del Norte fueron losprimeros colonos que acabaron además de los indigenas con las especies animales locales y las reemplazaron por los bovinos y empezaron a alimentarlos de maiz, creando el famoso "corn-fed-beef". Creando así la infortunada industria del engordamiento rápido y mayor de animales para ser sacrificados y comidos. En Estados Unidos los bovinos consumen más de 220 millones de toneladas de maiz y en el mundo entero más de 600 millones de toneladas. En otros paises se reemplaza el maiz por otros cereales como la soya. En algunos paises como Argentina el cultivo de animales para ser sacrificados es uno de los puntales de su economía nacional y podemos contar que hay 9 vacas por cada 10 personas en America del Sur y 14 bovinos por cada 10 personas en Australia.
Esto desgraciadamente ha entrado en la cultura alimenticia de los paises ricos, en Estados Unidos cada persona consume 7 vacas de 700 kg cada una durante toda su vida, dos veces mas que un europeo y diez veces mas que un japones.
La hamburguesa, originaria de Alemania, se impuso en el mercado de la comida rápida en los Estados Unidos, que a su vez a través de franquicias se expandió a todo el mundo donde el famoso logo de McDonalds y otras cadenas es ya familiar en casi todos los paises desde China y Rusia hasta Australia y Africa y ni que decir de América donde en promedio hay uno de estos restaurantes a menos de 3 minutos en automóvil de la mitad de la población. Es parte de la cultura y de los habitos alimenticios de la mayoria de las personas principalmente en los paises ricos.
La magnitud del problema, se agranda examinando la cadena alimenticia, donde los bovinos son los menos eficaces para convetir la energía: Por cada 50 kg de proteina animal, los bovinos consumen 790 kg de proteina vegetal. La cantidad de metano que emiten las vacas en su digestión es enorme y es uno de los gandes contributores del efecto de invernadero que entre otras, contribuye al cambio climatico que estamos viviendo.
La erosión del suelo, y la enorme destrucción de bosques tropicales para dar paso a espacios de pasto para ganado ha llegado a una escala mayor principalmente en Brasil, Asia y Africa.
Para terminar el consumo de carne es el gran responsable de del colesterol y las enfermedades vasculares que actualmente son la principal causa de mortalidad y de obesidad.
Entonces ,porque seguimos comiendo carne?

lunes, 1 de noviembre de 2010

Etica hacia los animales

El doctor Arnoldo Krauss, es un médico mexicano, escritor y bioético. Espero que sea de su agrado, a mí me encantó este artículo.
Con cariño
LT


Ética hacia los animales
La Jornada 29 sep 2010
Arnoldo Kraus


Evitar en la medida de lo posible el sufrimiento de otros seres, humanos o animales, debería ser parte del código ético de cualquier persona. Lamentablemente, la cotidianidad presenta otras realidades: la condición humana se ha alejado de normas éticas y ha ahondado en conductas que incrementan el sufrimiento, tanto de sus pares como de muchos animales. Asimismo, múltiples actividades de nuestra especie tienden a deteriorar cada vez más el orden biológico del planeta; sus secuelas, desertificación, inundaciones, contaminación, deforestación e incendios producen enormes sufrimientos a incontables personas y a muchos animales. Del calvario de otras personas como consecuencia de los agravios a nuestra casa, la Tierra, son responsables los políticos cuyas torpezas y sandeces determinan el destino de la Tierra.

Alarma pensar en el mundo, repasar el deterioro de la sociedad o cavilar en el maltrato del ser humano hacia los animales. Cuando algunos códigos éticos se rompen, fracturar otras normas morales es más sencillo. Los eslabones del mal embonan con facilidad. El largo e incompleto párrafo siguiente ilustra ese deterioro.

Lastimar innecesariamente a algunos animales con el propósito de divertirse o para satisfacer inquietudes personales; utilizarlos para experimentar nuevas medicinas sin ceñirse en algunos casos a las normas que exigen evitar sufrimientos innecesarios; matarlos sin razones justificadas –la única válida, cuestionada por muchos, sería que sirven para alimentar al ser humano–; asesinar a golpes a miles de focas en Canadá porque supuestamente su proliferación incide negativamente en las condiciones de vida del mar; matar con inusitada brutalidad a los delfines conocidos como calderones –su error es que son muy sociables– en las Islas Faroe, región autónoma de Dinamarca, hasta teñir el mar de rojo; cazar sin piedad ballenas, como lo hacen mercantes japoneses; perforar a los peces vivos con anzuelos para usarlos como carnada; ejercer la cacería de animales indefensos como deporte o como acto de gallardía; confrontarlos para que se maten entre sí –peleas de gallos o de perros–; perseguirlos hasta masacrarlos, poco a poco, como sucede en Tordesillas, España, donde se alancea al toro hasta acabar con él; encerrar en pequeñas jaulas a los animales en los zoológicos; utilizarlos y maltratarlos en los circos, o, enterarse, y, asombrarse del caso de la ballena Tilly, quien mató este año a su entrenadora en el Sea World de Florida, probablemente harta por tener que cumplir con las exigencias de entretener a la muchedumbre realizando piruetas tras ser encerrada durante muchos años en un pequeño tanque de asfalto. Este largo párrafo expone trece casos del maltrato y asesinato de animales; en todos ellos la ética se socava.

El denominador común del listado previo es evidente: no se repara, ni en los significados de la vida de los animales, ni en su sufrimiento. Aunque recientemente se abolieron las corridas de toros en Cataluña, es poco probable que los movimientos en defensa de los animales consigan cambiar las conductas de las personas que no cavilan en el dolor que les producen a los animales. Denunciar esas atrocidades y vivir permanentemente indignado es obligatorio. Exponer el maltrato quizás atenúe un poco, como sucedió con las corridas de toros en Barcelona, la voracidad de la condición humana.

Esa voracidad podría disminuirse si, siguiendo a algunos filósofos, se aceptase la idea de que algunos animales no-humanos (reproduzco el término que usan Peter Singer y otros bioeticistas) son personas. Quienes consideran que los animales no-humanos son personas aseguran que en algunas especies existe la autoconciencia, la noción de que pertenecen a especies distintas y a que cuentan con memoria acerca del tiempo pasado y expectativas en cuanto al futuro. Esas características son suficientes para considerar, siguiendo a Singer, que algunos animales son personas. Ciertas conductas favorecen esa idea. Cuento la historia de Erich Mühsam.

Mühsam fue un poeta judío víctima del nazismo. En 1933 fue detenido y encarcelado. A guisa de ejercicio –recién empezaba a manifestarse el nacionalsocialismo– los torturadores metieron en su celda a un chimpancé que habían robado del laboratorio de un científico quien también había sido detenido. Los soldados nazis estaban convencidos que el simio atacaría a Mühsam, cuyo aspecto, según narran los historiadores, era lamentable. Para sorpresa de los torturadores, el chimpancé abrazó al prisionero, lo protegió y le lamió sus heridas. Los soldados, enfurecidos por la piedad del animal, lo mataron. Son también ejemplos de lealtad y de amistad animal los perros que fallecen tras la muerte de sus patrones, los delfines que conducen a buen puerto a los náufragos o los perros que defienden a sus dueños.

La piedad, la compasión y la amistad son grandes cualidades. Buen número de animales no-humanos las ejercen. Así como los códigos éticos de los seres humanos invitan a respetar la vida de sus símiles, nuestra especie tiene la obligación de modificar su conducta hacia los animales.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Amor por contrato

Aunque e sun dicho muy conocido en Inglés el de los Joneses, que quieren copiar en todo a sus vecinos; la pelicula nos parecio muy interesante y bien hecha para dejar a la reflexión no solo sobre la copia sino sobre la sociedad materialista que consiste en querer tener todo y envidiar, asi como pretender que el tener todo es la felicidad y de que somos muchas veces manipulados por la publicidad.
Tenemos conocidos que sus empresas les pagan muy buenos restaurantes, carro, viajes, club y otros lujos con tal que salgan y esten con sus clientes y claro les reporten ventas, aunque tambien es parte de sus llamadas "bonificaciones". No es como lo presenta la pelicula pero casi...
En este mundo donde abundan las peliculas superficiales, violentas y obscenas, es una buena recomendacion si se discute despues sobre ella.
A continuación unas reflexiones interesantes que hizo la revista "Fluvium" respecto a la película "The Joneses". Los comentarios son de la Sra. Olivia Núñez Orellana http://www.fluv
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ium.org/textos/dolor/dol304.htm

Amor por contrato es una cinta que relata la llegada de unos nuevos vecinos a la ciudad. Kate y Steve podrían parecer un matrimonio y una familia normal, si no fuera porque apenas se instalan en su nuevo hogar, deslumbran a todo el vecindario con una vida llena de comodidades, lujos, una relación aparentemente perfecta y todo aquello que una sociedad de consumo pudiera desear.

No sólo Kate y Steve tienen una personalidad atractiva y amigable: sus hijos también se convierten inmediatamente en los más populares de la escuela. La nueva familia parece tener un “imán” que atrae y sorprende a todos los que conviven con ellos, haciéndolos sentir como si hubieran encontrado a los mejores amigos.

Pronto todos en el vecindario querrán poseer todo lo que esta familia consume sin saber que los Joneses, no son más que un experimento mercadológico para elevar las ventas de ciertos productos y precisamente han llegado a la ciudad a cumplir con ese objetivo.

Amor por contrato es una película que tiene un tono cómico, que en el fondo plantea con humor satírico la realidad dramática de una sociedad de consumo, que no aspira a otra cosa más que a tener y obtener todo lo que en “apariencia” le dará felicidad.

Una cinta que puede hacer reflexionar sobre el dramático vacío existencial que se genera en una sociedad que ha puesto todo su empeño en el tener, en el placer y en el exceso de límites o en la carencia de principios.

Entremezclando una dosis de humor, romanticismo y en cierta manera una crítica social, esta película retrata el absurdo mecanismo de vida, muy actual, basado en el hedonismo, consumismo y relativismo, del que muchas veces formamos parte inconscientemente, y que no puede llevar a otro destino más que al caos, el vacío y la autodestrucción.

Un relato que refleja de alguna manera el drama del vacío existencial de una sociedad que se deja llevar por el espejismo de creer que la felicidad depende del éxito, la fama o la popularidad que se tenga. De una sociedad en la que la verdad de las cosas depende de la conveniencia y de la utilidad que me aportan y que cifra en el placer y comodidad a toda costa, el ideal de vida.

Amor por contrato es un relato que podría parecer exagerado y absurdo, pero que no hace otra cosa que revelar el auténtico absurdo de la sociedad actual, en donde los valores y principios se subordinan al “capital político” de unos cuantos y la ley se acomoda a nuestro antojo y conveniencia. En donde las relaciones entre personas se miden por la competitividad y la popularidad y en la que el objetivo a alcanzar, es tener un auto a la moda, ropa de marca y realizar todo aquello que dé estatus, comodidad o placer.

Amor por contrato es una oportunidad para tomar conciencia de qué tanto estamos siendo cómplices de una propuesta social basada en el consumo y el placer, cuando cumplimos a nuestros hijos caprichos sin sentido y les compramos todo lo que anhelan tener. O cuando nosotros mismos nos vamos guiando por complacer ilimitadamente necesidades aparentes que no aportan un sentido real a nuestra vida.

Una película que también destaca el suicidio que se deriva de la autocomplacencia, de vivir según la ley del menor esfuerzo, de la permisividad y en el caso de los jóvenes, de acomodar las prioridades de la vida según se antoja, conviene o llena de bienestar.

Una teoría que es cada vez teoría y menos práctica…que en la vida no es importante tener, ni siquiera haber tenido, lo más importante es ser y no sólo ser, sino aspirar al BIEN y a ser auténtico, compartido y comprometido.

sábado, 14 de agosto de 2010

Comida rápida, además de obesidad es cruel

Hola
Les presento a continuación un interesante y sencillo articulo de mi amiga Leonora Esquivel ,sobre este problema grave en todos lados, pero especialmente en Mexico, donde la obesidad sigue ganando terreno. pero además la falta de conciencia y educación olvida el origen frecuentemente cruel de la vida y muerte de los animales para ofrecer esas comidas. Lo más importante es que, eduquemos a nuestrons niños, para que no se repita en la proxima generación, estos desequilibrios crueles.

La comida rápida y el día del niño
por Leonora Esquivel

En el Día del Niño los padres suelen llevar a sus hijos al lugar que ellos escojan. Entre las posibles elecciones están los lugares de comida rápida, empresas que gastan una fortuna en campañas publicitarias para hacer creer a los niños que son lugares divertidos para comer.

Estrategias de mercadotecnia hábilmente diseñadas han expandido estas cadenas a más de 40 países, donde la empática imagen de la "Cajita feliz", vende en los niños el gusto por la comida rápida, asociándola con un ideal de alegría.

Esta publicidad ha tenido un gran éxito en México, que actualmente ocupa el primer lugar a nivel mundial en obesidad infantil. "Me encanta", es el lema del restaurante de comida rápida más grande del mundo.

Si se toma la palabra encantar como sinónimo de hechizar o engañar, no está lejos de la verdad. Esta transnacional ha creado su imperio al aprovecharse de la inocencia de la población infantil y de la ignorancia y desinformación de los padres.

Compra terrenos a bajo precio en lo que antes fueron selvas tropicales de Centroamérica, deforestadas para la explotación ganadera. Dentro de cada sucursal, se paga lo mínimo en salarios. Para ello, se aprovecha de las minorías étnicas, el empleo de menores de edad y de personal que no necesita calificación ni entrenamiento. Además, en sus estatutos se prohíbe la formación de sindicatos.

Las hamburguesas y "nuggets" que ofrece, provienen de animales que durante toda su vida fueron mantenidos en condiciones artificiales: privados de aire libre y luz solar, permanecen hacinados al punto de no poder estirar sus miembros o alas (en el caso de los pollos), atiborrados de hormonas para acelerar su crecimiento, y de antibióticos para contrarrestar las múltiples infecciones a que están expuestos, por las condiciones de insalubridad y amontonamiento. Los pollos son engordados al grado en que sus patas no resisten su peso.

Para combatir las enfermedades que este hacinamiento ocasiona, a los animales se les suministran enormes cantidades de antibióticos, que junto con las hormonas de crecimiento, son responsables de la resistencia humana a enfermedades y de alteraciones metabólicas.

Esos millones de animales, con sus organismos químicamente alterados, son sacrificados por degollamiento o acuchillamiento, métodos que contrastan rudamente con el concepto de armonía que vende.

Esta cadena promueve sus productos como saludables, cuando en realidad son altos en grasa, azúcar, sal y pobres en fibra y vitaminas. Las personas que consumen frecuentemente "comida rápida" son más propensas a ganar peso y a desarrollar resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2, de la cual se generan múltiples enfermedades, incluyendo la ceguera.

México es el país con el primer lugar en obesidad infantil y debería implementar políticas alimenticias serias. No basta con decirnos que comamos cinco frutas al día, es necesario educar a maestros, padres de familia y a los propios niños en un estilo de vida menos sedentario y con una alimentación baja en grasas de origen animal.

Este Día del Niño busquen opciones sanas tanto física como mentalmente para divertirse con sus hijos.

Para más información visite www.mccruelty.com

jueves, 1 de julio de 2010

Necesitas cambio de telefono o de amigos?

Necesitas cambio de amigos?
El viernes 21 de enero de 2010, la sección Vida ! trajo un artículo del servicio de noticias del New York Times, quizá pasado por alto por algunos lectores, pero merecedor de una discusión seria en las aulas y fuera de ellas: "Son motivo de verguenza celulares sencillos; comparan equipos con símbolos de estatus tradicionales". El texto cuenta la experiencia de Chris Glionna, supervisor de restaurantes de una conocida compañía, con su viejo celular. Como el teléfono le daba el servicio necesario, no le preocupaba que estuviera fuera de moda. Pero... (siempre hay un pero) sus colegas lo molestaban y se burlaban cuando extraía su "pisapapeles" del maletín. Llegó a sentirse tan avergonzado que hace un par de meses lo cambió por un BlackBerry.

En la pasada Feria del Libro escuché una tesis muy interesante del Dr. Alejandro Morton: la Crisis de Estados Unidos se debe, entre otras cosas, a la inseguridad que los norteamericanos tienen en ellos mismos; su continua necesidad de comprar jamás será satisfecha porque esperan que la satisfacción personal venga de lo comprado, y jamás será así. El domingo pasado, la carta de un lector, Julián Villarreal, coincide con Morton: "... a nivel social no nos hemos dado cuenta de que ese impulso descontrolado por comprar es, en el fondo, la causa profunda de la crisis económica que ha cundido ya por todo el mundo, alimentada por un sistema financiero insaciable que facilitó recursos para que compraran quienes no tenían con qué". Pocas cosas hay más tensionantes que tratar de mantenerse a la moda en ropa, calzado, accesorios, tecnología, viajes, comidas, restaurantes, casas, muebles, cirugías, autos y todo lo añadible. Quien tiene dinero en exceso puede comprar, usar y desechar, pero quienes vivimos sujetos a un presupuesto debemos cuidar qué compramos y entender por qué y para qué lo compramos. Y esa regla se ha olvidado. En efecto, la presión social existe, pero debemos preguntarnos cuánto nos presiona y cuánto nos dejamos presionar. Porque es muy cómodo justificar nuestros excesos o actos absurdos transfiriendo la responsabilidad a una entidad abstracta (la sociedad), en vez de asumirla nosotros en concreto. ¿Cuál es el problema de que se rían de nuestro celular viejo? La risa es buena y si no les gusta el celular pueden bromear a costa de él y criticar el aparato, a su dueño o a ambos. El problema es de ellos, no del dueño del celular, a menos que éste lo acepte. Cuando se estudia un guión cinematográfico se aprende a crear personajes creíbles. Debemos pensarlos y darles una personalidad con un carácter, una caracterización y una característica que los distinga de los demás. La característica la usamos todos cuando describimos a alguien ante quienes no lo conocen: "Es un señor medio gordito, de sonrisa muy agradable" o "Es una mujer bajita, de ojos azules y muy mandona".

Malo el cuento cuando esa característica se transfiere a una de sus posesiones: "Es el chavo del convertible rojo" o "La señora que usa puras bolsas de marca y tiene una casa enorme" o "Es el director que siempre anda a la moda". Es decir, su personalidad no emana de lo imprescindible, sino de lo prescindible. Lo primero no se compra en ningún lado; lo segundo en cualquiera, si se tiene los medios para hacerlo. Un amigo muy cercano es multimillonario, pero nosotros lo averiguamos por accidente tras años de conocerlo. Es sencillo, generoso, adaptable a todo y disfruta lo disfrutable. Jamás presume y nunca hace alarde de nada porque tiene muy claro qué cosas son importantes en su vida. Las trampas de la presión social siempre han estado ahí. Caen en ellas quienes no se conocen a sí mismos y tienen una escala de valores centrada en lo social. Las eluden quienes sí se conocen y valoran lo esencial, no lo accesorio. El vacío personal no lo llena ni los closets giratorios, ni los carros de lujo, ni las joyas caras. La satisfacción de los consumidores insaciables no viene de poseer las cosas, sino de presumirlas ante los demás.¿Tiene usted un celular del que sus "amigos" se ríen cuando lo usa? Ríase con ellos y úselo hasta que guste. ¿Le duelen las burlas? Entonces CAMBIE de AMIGOS, no de celular. Es lo justo.

martes, 29 de junio de 2010

lunes, 21 de junio de 2010

Homenaje postumo a Carlos Monsivais

He aqui parte del legado de Carlos Mosivais, sobre el derecho de los animales, que en paz descanse.

Sobre los derechos de los animales
Carlos Monsiváis 17 de junio de 2007
Leído en el Foro Democrático de la Asamblea Legislativa del DF: "Voces y derechos de los animales en el Distrito Federal"

Los derechos de los animales... Un tema "extraño" en un momento tan crítico de la vida de México y del planeta. Para muchos, demandar leyes de bienestar animal parece un contrasentido, asunto menor o ni siquiera; a su vez, un número creciente de personas, a las que me añado, cree exactamente lo contrario, el trato hacia los animales es fundamental en la comprensión general de nuestro comportamiento, se produce antes que la crueldad hacia los niños, e inicia el gran proceso de la deshumanización, en el sentido más estricto, porque siempre se ha buscado desvincular la condición humana, en la acepción más rigurosa del término, del respeto a la naturaleza y los seres vivos.
La historia sacralizada: "El hombre, dueño y señor de la naturaleza". Esta obstinación milenaria ha traído por consecuencia la serie infinita de los desastres, como el calentamiento global (el señor Bush no sólo invadió Irak), y el agotamiento de los recursos planetarios (ganancia rápida mata derechos de generaciones del porvenir). Y este proceso, en ritmo ascendente, se inicia con la crueldad con los animales y el desprecio por la naturaleza (¿a qué clase gobernante le sirven los bosques y los ríos?)
No centro mi argumentación únicamente en el costo impagable de los ecocidios; también apunto, y muy primordialmente, al modo en que la insensibilidad en lo tocante a los animales -se ha probado en demasía- resulta prólogo directo a la insensibilidad ante la vida ajena, incluso en demasiados casos la directamente relacionada con cada persona. No se desata la crueldad desproporcionadamente, sin convertir este ejercicio en uno de los grandes reflejos condicionados de personas y colectividades, sin beatificar eso que en las justificaciones de asesinatos y matanzas se llama "la naturaleza humana".
* * *
La defensa de los derechos de los animales, y su traducción jurídica (la Ley General de Bienestar Animal), tendrá un resultado importantísimo: dar aviso desde el Poder Legislativo de un hecho fundamental: el comportamiento civilizado, en el sentido de los vínculos de gobiernos, sociedades y personas con los seres vivos.
En la exposición de motivos de la Ley General de Bienestar Animal se dice con claridad: "En la mayoría de los casos, las causas de los problemas de bienestar animal se deben a la percepción errónea de que los animales no son capaces de sufrir, sentir dolor y padecer estrés". La ignorancia o, mejor, el desprecio ante estos hechos, se desprende de la actitud ancestral de arrasamiento de lo "innecesario". Todo al servicio del hombre, el único género sobre la tierra, y esta noción monstruosa nutre los ecocidios y le da rienda suelta al machismo que, por ejemplo, se burla y asume como expresión de la debilidad extrema a las muestras de sensibilidad ante la barbarie de las corridas de toros, ante los horrores de los antirrábicos, ante la maldad ostensible en los mataderos.
* * *
La actitud humanista sigue siendo y seguirá siendo la base de la civilización, y allí la sensibilidad es, de modo esencial, respeto y compasión por los seres vivos (en el sentido de padecer con otros). Recuérdense en el otro extremo:
-Las miles de cabritas del pueblo oaxaqueño, masacradas anualmente como rito y festín, en plena chacota de sus manifestaciones de terror las cabritas, a las que, en una peregrinación larga, se les niega el agua para mejor comprimir y aprovechar sus carnes.
-La petulancia que se ufana del "arte del toreo", cuya sustancia consiste en la tortura prolongada del toro que llega al ruedo lastimadísimo y aterrado. A este respecto, me niego a entender el convenio del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) con una asociación taurófila para un proyecto de historia del toreo como un gran logro cultural. ¿Es la crueldad con seres vivos llevada al límite, en efecto, un logro cultural? ¿Cómo se sostiene este despropósito?
-La soldadesca de Idi Amin ("el último rey de Escocia") que en su huida masacran a miles de elefantes.
-La moda "exquisita" de comer carne de perro.
-Las peleas de gallos y las peleas de perros.
-La persecución sistemática de las aves en la ciudad de México.
-La barbarie de los pescadores japoneses y canadienses con focas y ballenas.
-La extinción de las especies.
-Y la joya de la corona, el fervor de la cacería, la puntería (muy regular) como seña de la superioridad viril, como el gozo de matar en épocas de veda.
¡Ah, la estética que aplaude las corridas de toros!
* * *
Mencioné el término indiferencia, y al revisarlo lo creo mal aplicado. Cuando no interesan en absoluto los sufrimientos de seres vivos, cuando no se registra la vida salvo de una manera, y de una manera jamás exenta de crueldad (véanse los registros de la violencia intradoméstica), la indiferencia no es sino desprecio por la idea misma del sufrimiento ajeno, desdén que se combina con júbilo. La premisa es nítida: ¿qué importa lo que les pase a los carentes de conciencia, a los seres que sólo están allí para alimentarnos o permitirnos el despliegue de nuestro poder de destrucción? (Aquí se olvida el afecto muy real por los animales domésticos). De allí las condiciones de la matanza de animales, tan horrendas por feroces y por innecesarias; de allí las reglas de los animales en cautiverio, manejo y transporte; de allí la seguridad alborozada de que no sienten ni dolor ni miedo ni angustia, no padecen enfermedades ni tienen heridas, y poco o nada importan la dosificación adecuada de agua y alimentos, y las respuestas a su desnutrición.
* * *
Quiero expresar mi admiración y mi homenaje constante a los activistas de los derechos de los animales, a -por ejemplo- los que protestan por las corridas de toros, por el trato a los perros, por el abandono de los animales. No ignoro los pleitos y las divisiones entre los grupos, propios de toda comunidad, no ignoro tampoco lo esencial: el punto de partida de su acción es la generosidad.
* * *
El respeto a los derechos de los animales le es indispensable a México, no sólo por las ventajas señaladas de la productividad y rentabilidad de la actividad pecuaria, sino, y para mí es lo básico, porque el desarrollo civilizatorio nunca se aclara debidamente, si se tiene a la crueldad como un comportamiento básico de la relación con seres vivos, si se insiste en el "¿quién les manda ser animales?" si se hace de la tortura la forma adecuada de trato con muchísimas especies. Los derechos de los animales benefician a la sociedad en muy diversos sentidos, y no es asunto de excéntricos la búsqueda del bienestar animal, sino de ciudadanos y ciudadanas comprometidos con la idea y la práctica de una sociedad justa y, precisamente, por su relación racional con los seres vivos, plenamente humana.

jueves, 20 de mayo de 2010

Taurofobia o taurofila? una aclaracion al diccionario

Taurofobia o taurofila?
Posted by Xavier Bayle on 20 May 2010
Hace unos días un amiga desde el otro lado del océano me advirtió que la palabra “taurófoba” que utilizo refiriéndome a las fracasadas que disfrutan con el asesinato de herbívoros en coliseo, no armonizaba con la descripción que de tal término hace el diccionario de la Real Academia Española; el cual la define como “1. adj. Que desaprueba la celebración de corridas de toros y se muestra disconforme con ellas”. Punto.
En este mismo contexto la taurófila es definida en el mismo diccionario como “alguien que tiene afición a las corridas de toros”.
El diccionario es o debiera ser una herramienta de consulta, sin embargo el uso de las lenguas es sabido que se adapta a las necesidades de la gente, e ignorando el tiempo de ambas dos definiciones (que seguro hay mucho más), es posible que estas dos se hallen anticuadas un poco al uso, e incluso descontextualizadas o perversamente manipuladas por mentes partidistas, pero eso es ir muy lejos.
Explico esto porque existen otras palabras que bajo las mismas reglas describen ciertas pasiones humanas, amores y fobias. “Filia” significa afición, amistad, amor, simpatía… y “fobia” significa obsesiva aversión. Tauro proviene de toro, luego taurófila debiera ser “aquella que ama a los toros” y “taurófoba” aquella que le repugnan. Más claro, agua.
Si quien ama a los toros es su verduga y los asesina, en cambio quien los odia es aquella que pretende salvarlos de las manos asesinas, entonces damas y caballeros, algo no anda bien en el diccionario. Señoras académicas, por favor, apunten esto en su orden del día. Y ya de paso revisen la palabra “paidofilia”, que el amor a las niñas no debiera tener nada que ver con violarlas.

martes, 16 de marzo de 2010

Por que un dia sin carne?

¿Por qué un Día Sin Carne?
- Porque salva animales de las jaulas, hacinamiento, de privación, maltrato, golpes, mutilaciones y una torturante vida y muerte. Cada persona que adopta una dieta basada en vegetales, salva la vida de 95 animales sintientes cada año. En el período de su vida, una persona puede salvar a más de 6.000 animales, sólo escogiendo alimentarse con una dieta basada en los vegetales.
- Porque reduce el riesgo de ataques cardíacos, cáncer y otras enfermedades degenerativas y crónicas, que anualmente matan a millones en todo el mundo.
- Porque decrece la exposición a infecciones como la Salmonella o E-coli, que enferma a millones de personas anualmente en todo el mundo.
- Porque eleva nuestro nivel energético, disminuye el presupuesto de alimentación y simplifica la preparación y limpieza de los alimentos.
- Porque aumenta la cantidad disponible de granos, cereales y legumbres para consumo humano, pues los animales son ineficientes a la hora de convertir energía en proteína.
- Porque protege al suelo, agua y aire de la contaminación por metano, urea, fecas, orina, hormonas y pesticidas.
- Porque preserva el suelo, las aguas subterráneas, los bosques y otras formas de vida salvaje pues no se arrasan para convertirlos en sembradíos de forraje para los animales.
- Porque protege el suelo, el agua y otras fuentes vitales para la sobrevivencia de nuestros hijos y sus hijos.
Este 20 de marzo animamos a todo el mundo a dejar la carne por un día, no sólo hoy, sino todos los días de su vida. Por los animales, por tu salud, por el planeta, por solidaridad, ¡únete al Día Sin Carne!
Más información www.diasincarne.com

lunes, 15 de marzo de 2010

Resistencia a evolucionar. Sera cierto? Entre los pretextos y la tradicion, seguimos atrapados

Resistencia a evolucionar. Sera cierto?
Entre los pretextos y la tradicion, seguimos atrapados


Queridos amigos, les comparto este artículo que me parece muy interesante. Besos Tere

http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/47660.html
Gustavo Larios Velasco. Resistencia a evolucionar14 de marzo de 2010

Algunas sociedades son capaces de reconocer sus atavismos y modificar en pocas generaciones actitudes nocivas, en tanto que otras se resisten a ello so pretexto de calificar como tradiciones o falsos nacionalismos a las prácticas de abuso.
El circo romano ha quedado atrás al igual que la Inquisición o los sacrificios humanos y hoy nadie se atrevería a sugerir que volvieran; pero, quienes gustan de actos como peleas de gallos, cacería, circos con animales, tauromaquia o “pamplonadas” intentan mantenerlos más allá de todo razonamiento lógico e incluso contra el justo reclamo de la mayoría de la población. No hay argumentos válidos para divertirse con muerte y dolor; gozar con sufrimiento es una patología sicológica, pero cuando son las propias autoridades las que permiten los abusos y hasta los fomentan, nos encontramos frente a un indicador de crisis social grave.
Cuando estudié criminología empecé a percatarme de la vasta imaginación humana para torturar y pude corroborar que hay bases científicas que prueban la relación entre violencia a no humanos y humanos. Los instrumentos de tortura usados a lo largo de la historia en Europa y América nos recuerdan los alcances del morbo, ese placer por el sufrimiento de los demás. Una mente sana no puede sino sentir rechazo hacia el uso de tales instrumentos, igual que cuando se observan las navajas de los palenques, los diversos objetos punzocortantes de las corridas o los aparatos en donde se coloca a los animales para atormentarlos en los laboratorios.
Además, el uso de animales en espectáculos crueles está vinculado a los excesos en el consumo de alcohol y ello constituye una combinación peligrosa. No son pocas las ocasiones en las que los palenques terminan en pleitos e incluso en asesinatos; también hay casos de violencia intrafamiliar relacionados con rodeos y con eventos callejeros en los que se maltrata a bovinos; pero, muchas de esas fiestas de masas en España y en países tercermundistas son organizadas desde el poder público, llevándose incluso el conteo de heridos o muertos por congestión alcohólica, riñas o golpes de los animales.
Desde luego, en los países que adolecen de lo anterior, tanto la prevención del delito como la rehabilitación son un fracaso.
Todo aquel que ha abusado de humanos o no humanos ha intentado justificarse, pero sus argumentos no pueden ser sino absurdos: “falta de alma” de las víctimas, supuesta “superioridad” de los victimarios, o se niega la capacidad de sentir dolor o el derecho a la vida de ciertos seres. Se ha dicho que los seres torturados “para eso nacieron” o que “una tradición, aunque sea mala debe mantenerse”. Incluso se ha afirmado que “para los toros es un honor morir en los ruedos”: simple ignorancia y sinrazón. El activista colombiano Álvaro Múnera en su visita a México afirmó: nunca he visto una reacción diferente entre el caballo que llega en primer lugar y el que llega último en una carrera, es decir: el ego es humano, pero se pretende atribuir a los no humanos.
Para el mundo taurino, si un niño torero resulta lesionado o muerto, en lugar de responsabilizar a los adultos que lo permitieron, culpan al becerro o novillo, es decir, a la víctima no humana. Así “razonan” quienes gozan del sufrimiento animal y no podría ser de otra forma, pues ninguna persona con salud mental y con la capacidad para llamar a las cosas por su nombre podría afirmar que un animal con sistema nervioso central no siente dolor: no sólo hay evidencia científica del sufrimiento, sino que debería bastar el sentido común para comprender que si un ser pretende huir de sus verdugos como lo hizo el toro Pajarito y otro más recientemente en la Plaza México, o bien, que si se agita, convulsiona y emite sonidos lastimeros al tiempo que se desangra, es porque está sufriendo y porque tiene esa conciencia que le hace acercarse a lo que le produce placer y alejarse del dolor.
La demagogia y el miedo a la verdad son dos grandes problemas de la burocracia nacional, como también lo es su poca apertura para el cambio; difícilmente se imita lo bueno de otras naciones. Son ejemplos de evolución ética, social y burocrática, países como Inglaterra o Alemania, pero también lo son Costa Rica o la ciudad de Medellín. El caso de ésta última es muy interesante: uno de sus concejales, el antes citado Álvaro Múnera, fue en sus años mozos torero; su capacidad de autocrítica le llevó a entender que la tortura y muerte que causó a los animales era reprochable, por eso hoy no sólo rechaza a la tauromaquia, sino que trabaja en pro de las especies. Escuchar a personas de otros países le llevó a reflexionar y cambiar: ahora su trabajo como concejal debería de servir como lección a los mexicanos: Medellín, con presupuestos menores a los que tienen muchos de los municipios y delegaciones mexicanas, ha logrado reducir la sobrepoblación canina y felina sin salvajes capturas ni asesinatos; cuenta con eficientes mecanismos de inspección y rescate de animales maltratados, y ha ido eliminando prácticas crueles (antes consideradas “tradicionales”) que se realizaban frente a niños, en tanto que los vehículos de tracción animal han sido cambiados por motocarros y los equinos fueron entregados en adopción a gente que tiene los recursos para dar una vida confortable a los animales. Es un hecho que no sólo los europeos o los estadounidenses son capaces de cambiar para bien. Los mexicanos merecemos una real voz en la vida pública de nuestro país: si como resultado de un avance moral en la población deseamos desterrar las “diversiones” que implican crueldad, los representantes populares están obligados a adecuar la normatividad a ese reclamo social.En Cataluña la oposición a las corridas por parte de ciudadanos ocasionó que su Parlamento emplazara a votación a los legisladores para prohibir la costumbre. En México, ni el abrumador rechazo de los propios televidentes de Canal Once al nocivo programa Toros y Toreros, sumado a miles de firmas de personas de varios países, así como de académicos, intelectuales, artistas y legisladores federales que motivaron y fundaron la clara violación a los derechos del televidente por parte de esa emisión, ha conseguido que salga del aire. Es impostergable el ejercicio de un eficiente servicio público que atienda al bien colectivo y adecue leyes y políticas a la realidad del siglo XXI.
Presidente de AMEDEA

domingo, 7 de febrero de 2010

La visita a los abuelos.

La visita a los abuelos
Un articuo de Victoria Cardona, que lo disfruten LT

Hace poco en un debate en televisión una contertuliana de mediana edad recordaba como se ha perdido la costumbre de hacer visitas a los abuelos. Le damos la razón. Hemos de reconocer que en grandes ciudades es una realidad la queja que aportaba mi contertuliana. Hoy, entre las distancias, algunos fines de semana con los chiquillos enganchados al facebook o a otras redes sociales y video juegos se pierden magníficas oportunidades para el enriquecimiento que supone el trato con los mayores.

También se observa que algunos abuelos, cuando ven que sus hijos o nietos no acuden a ellos optan por el retraimiento y tampoco les invitan por miedo a no molestar.

Es una pena perder esta convivencia con los mayores que, aparte de ser un pozo de sabiduría, tienen desarrollada al máximo su capacidad de amar que, canalizada a través del tiempo dedicado a los nietos, es un gran bien para el matrimonio y los nietos.

Tampoco favorece esta situación a los chiquitines ya que pierden momentos especiales de lenguaje no verbal y ternura de los abuelos que son únicos en repartir caricias, abrazos, tiempo de regazo y, no beneficia tampoco a los adolescentes, por la gran comprensión de los mayores hacia sus cambios de humor o cambios físicos y psicológicos propios de esta etapa y que a veces pueden resultar incómodos a los padres jóvenes pero no a los abuelos por las experiencias vividas.

Recuperemos la costumbre de la visita, no como en épocas pasadas en que el abuelo sentado en un sillón esperaba que los nietos le besaran la mano ("hacer la amistad", se decía en mi tierra), sino este tiempo de gozar de abuelos, no sea que ellos al retraerse, se queden sin la posibilidad de dar cariño y aportar la sabiduría, acumulada con los años, y los hijos sin su cariño y comprensión.


http://www.fluvium.org/textos/familia/fam652.htm