domingo, 28 de noviembre de 2010

Nosotros y los bovinos

Recientemente salio un libro llamado "Beyond Beef: The Rise and Fall of the Cattle Culture" cuya traducción sería más o menos: Mas allá de la Ternera: La subida y caida de la cultura del ganado. De esta obra de Jeremy Rifkin extraemos unos datos que nos impactaron mucho sobre esta cultura carnivora.
Actualmente hay más de 1.3 billones de bovinos sobre la tierra. y ocupan el 24% de lo suelos, consumiendo una cantidad de cereal que podria alimentar a varios cientos de millones de personas, su peso es superior al de todos los humanos sobre la tierra...
La cultura de la carne principalmente de vaca y toro no es nueva, posiblemente venga de cuando los hombres del Neolitico empezaron a dejar de ser nómandas y empezaron a desarrolar además de cultivos tierras de pastisaje para tener bovinos, importando el gusto por la violencia y la guerra a los pobres animales que guardaban. Posiblemente en el antiguo imperio de Egipto se extendió el gusto refinado por la carne que se respanderría luego al Mediterraneo hasta la antigua Roma y de ahi a todo el mundo. Los primero bovinos los trajo a América Cristobal Colón y encontraron espacio fértil en Argentina, En América del Norte fueron losprimeros colonos que acabaron además de los indigenas con las especies animales locales y las reemplazaron por los bovinos y empezaron a alimentarlos de maiz, creando el famoso "corn-fed-beef". Creando así la infortunada industria del engordamiento rápido y mayor de animales para ser sacrificados y comidos. En Estados Unidos los bovinos consumen más de 220 millones de toneladas de maiz y en el mundo entero más de 600 millones de toneladas. En otros paises se reemplaza el maiz por otros cereales como la soya. En algunos paises como Argentina el cultivo de animales para ser sacrificados es uno de los puntales de su economía nacional y podemos contar que hay 9 vacas por cada 10 personas en America del Sur y 14 bovinos por cada 10 personas en Australia.
Esto desgraciadamente ha entrado en la cultura alimenticia de los paises ricos, en Estados Unidos cada persona consume 7 vacas de 700 kg cada una durante toda su vida, dos veces mas que un europeo y diez veces mas que un japones.
La hamburguesa, originaria de Alemania, se impuso en el mercado de la comida rápida en los Estados Unidos, que a su vez a través de franquicias se expandió a todo el mundo donde el famoso logo de McDonalds y otras cadenas es ya familiar en casi todos los paises desde China y Rusia hasta Australia y Africa y ni que decir de América donde en promedio hay uno de estos restaurantes a menos de 3 minutos en automóvil de la mitad de la población. Es parte de la cultura y de los habitos alimenticios de la mayoria de las personas principalmente en los paises ricos.
La magnitud del problema, se agranda examinando la cadena alimenticia, donde los bovinos son los menos eficaces para convetir la energía: Por cada 50 kg de proteina animal, los bovinos consumen 790 kg de proteina vegetal. La cantidad de metano que emiten las vacas en su digestión es enorme y es uno de los gandes contributores del efecto de invernadero que entre otras, contribuye al cambio climatico que estamos viviendo.
La erosión del suelo, y la enorme destrucción de bosques tropicales para dar paso a espacios de pasto para ganado ha llegado a una escala mayor principalmente en Brasil, Asia y Africa.
Para terminar el consumo de carne es el gran responsable de del colesterol y las enfermedades vasculares que actualmente son la principal causa de mortalidad y de obesidad.
Entonces ,porque seguimos comiendo carne?

lunes, 1 de noviembre de 2010

Etica hacia los animales

El doctor Arnoldo Krauss, es un médico mexicano, escritor y bioético. Espero que sea de su agrado, a mí me encantó este artículo.
Con cariño
LT


Ética hacia los animales
La Jornada 29 sep 2010
Arnoldo Kraus


Evitar en la medida de lo posible el sufrimiento de otros seres, humanos o animales, debería ser parte del código ético de cualquier persona. Lamentablemente, la cotidianidad presenta otras realidades: la condición humana se ha alejado de normas éticas y ha ahondado en conductas que incrementan el sufrimiento, tanto de sus pares como de muchos animales. Asimismo, múltiples actividades de nuestra especie tienden a deteriorar cada vez más el orden biológico del planeta; sus secuelas, desertificación, inundaciones, contaminación, deforestación e incendios producen enormes sufrimientos a incontables personas y a muchos animales. Del calvario de otras personas como consecuencia de los agravios a nuestra casa, la Tierra, son responsables los políticos cuyas torpezas y sandeces determinan el destino de la Tierra.

Alarma pensar en el mundo, repasar el deterioro de la sociedad o cavilar en el maltrato del ser humano hacia los animales. Cuando algunos códigos éticos se rompen, fracturar otras normas morales es más sencillo. Los eslabones del mal embonan con facilidad. El largo e incompleto párrafo siguiente ilustra ese deterioro.

Lastimar innecesariamente a algunos animales con el propósito de divertirse o para satisfacer inquietudes personales; utilizarlos para experimentar nuevas medicinas sin ceñirse en algunos casos a las normas que exigen evitar sufrimientos innecesarios; matarlos sin razones justificadas –la única válida, cuestionada por muchos, sería que sirven para alimentar al ser humano–; asesinar a golpes a miles de focas en Canadá porque supuestamente su proliferación incide negativamente en las condiciones de vida del mar; matar con inusitada brutalidad a los delfines conocidos como calderones –su error es que son muy sociables– en las Islas Faroe, región autónoma de Dinamarca, hasta teñir el mar de rojo; cazar sin piedad ballenas, como lo hacen mercantes japoneses; perforar a los peces vivos con anzuelos para usarlos como carnada; ejercer la cacería de animales indefensos como deporte o como acto de gallardía; confrontarlos para que se maten entre sí –peleas de gallos o de perros–; perseguirlos hasta masacrarlos, poco a poco, como sucede en Tordesillas, España, donde se alancea al toro hasta acabar con él; encerrar en pequeñas jaulas a los animales en los zoológicos; utilizarlos y maltratarlos en los circos, o, enterarse, y, asombrarse del caso de la ballena Tilly, quien mató este año a su entrenadora en el Sea World de Florida, probablemente harta por tener que cumplir con las exigencias de entretener a la muchedumbre realizando piruetas tras ser encerrada durante muchos años en un pequeño tanque de asfalto. Este largo párrafo expone trece casos del maltrato y asesinato de animales; en todos ellos la ética se socava.

El denominador común del listado previo es evidente: no se repara, ni en los significados de la vida de los animales, ni en su sufrimiento. Aunque recientemente se abolieron las corridas de toros en Cataluña, es poco probable que los movimientos en defensa de los animales consigan cambiar las conductas de las personas que no cavilan en el dolor que les producen a los animales. Denunciar esas atrocidades y vivir permanentemente indignado es obligatorio. Exponer el maltrato quizás atenúe un poco, como sucedió con las corridas de toros en Barcelona, la voracidad de la condición humana.

Esa voracidad podría disminuirse si, siguiendo a algunos filósofos, se aceptase la idea de que algunos animales no-humanos (reproduzco el término que usan Peter Singer y otros bioeticistas) son personas. Quienes consideran que los animales no-humanos son personas aseguran que en algunas especies existe la autoconciencia, la noción de que pertenecen a especies distintas y a que cuentan con memoria acerca del tiempo pasado y expectativas en cuanto al futuro. Esas características son suficientes para considerar, siguiendo a Singer, que algunos animales son personas. Ciertas conductas favorecen esa idea. Cuento la historia de Erich Mühsam.

Mühsam fue un poeta judío víctima del nazismo. En 1933 fue detenido y encarcelado. A guisa de ejercicio –recién empezaba a manifestarse el nacionalsocialismo– los torturadores metieron en su celda a un chimpancé que habían robado del laboratorio de un científico quien también había sido detenido. Los soldados nazis estaban convencidos que el simio atacaría a Mühsam, cuyo aspecto, según narran los historiadores, era lamentable. Para sorpresa de los torturadores, el chimpancé abrazó al prisionero, lo protegió y le lamió sus heridas. Los soldados, enfurecidos por la piedad del animal, lo mataron. Son también ejemplos de lealtad y de amistad animal los perros que fallecen tras la muerte de sus patrones, los delfines que conducen a buen puerto a los náufragos o los perros que defienden a sus dueños.

La piedad, la compasión y la amistad son grandes cualidades. Buen número de animales no-humanos las ejercen. Así como los códigos éticos de los seres humanos invitan a respetar la vida de sus símiles, nuestra especie tiene la obligación de modificar su conducta hacia los animales.