jueves, 9 de octubre de 2008

Estamos en la zona de confort?


De nuestro amigo Joachim de Posada

El peligro de caer en la zona de comodidad
8 de octubre de 2008, 04:00 AM Yahoo finanzas

Todos los seres humanos, no importa en que país vivan, en estos momentos se están enfrentado a una gran cantidad de retos, algunos muy familiares y otros completamente nuevos.


En el plano personal, muchos quieren bajar de peso y llevan años tratando, sin obtener resultados positivos. Usted llega a creer que tiene un problema en su metabolismo y en realidad se da cuenta que su pobre cuerpo no tiene la capacidad de quemar 7.000 calorías al día. ¡Qué mala suerte! ¿verdad?


El hijo de su vecino, todos los sábados por la mañana, pone la radio a todo dar con esa música tan desagradable (agradable para gran parte de la juventud) que hace bum, bum, bum, y que lo despierta en el único día de la semana en que usted puede dormir toda la mañana.


En su familia, su hija de 14 años se quiere poner un tatuaje que la marcará para toda su vida, se viste de forma escandalosa, se tiñe el pelo de un color que usted jamás había visto e insiste en andar con un grupo de jóvenes que parecen haber salido de una película cómica y de mal gusto.


En su empresa, las ventas han estado bajando mes tras mes y cada día menos clientes visitan su negocio con la intención de comprar.


Su país ha dado un giro hacia una dirección que usted está seguro que no va a ser algo positivo e inexplicablemente, sus compueblanos están aceptando ceder el poder a una persona o entidad que maneja el país como si fuera una finca privada. Gasta los recursos en forma desordenada, y por muy rico que sea el país, los números de productividad y de bienestar social continúan en descenso.


Y lo más triste de todo es que usted se siente impotente para poder cambiar estas situaciones tan desagradables a las que se esta enfrentando.


Por suerte, usted esta familiarizado con esa famosa oración o si no es una oración, esa famosa frase que dice: "Dios mío, dáme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el coraje para cambiar las cosas que sí puedo y la sabiduría para reconocer la diferencia".


En mi opinión y en la de otros expertos, esa pequeña frase es el problema.

Creemos que por el hecho de haber fallado en solucionar algunos de estos problemas a los cuales nos enfrentamos, ya nos tenemos que adaptar y aceptar que estamos impotentes de solucionarlos. Entonces caemos en la famosa zona de comodidad.


Por suerte para la humanidad, hay gente allá afuera que han aceptado estos retos y que han sido exitosos en manejarlos en forma muy positiva y exitosa.


Esa gente, en vez de tener la sabiduría para "saber" la diferencia, han adoptado una posición de "hacer" una diferencia. Han descubierto que en lo que se refiere a cambiar el mundo, lo que le falta a la mayoría de las personas, no es solamente el coraje para hacerlo, sino la destreza de cómo hacerlo.


Yo pienso que la mayoría de los problemas a los cuales nos enfrentamos tienen solución.

Hay algunos que todavía no le hemos encontrado solución, tales como la muerte, de dónde venimos los seres humanos, como se creó el mundo, y hasta como descifrar el tremendo poder del cerebro. Pero estamos avanzando a pasos agigantados.


El objetivo de este artículo es despertar en usted un deseo de no aceptar las cosas como están, de no quedarse en la zona de comodidad y de motivarlo a que usted se convierta en un agente de cambio, que usted sea un motor de cambio, curiosamente, el título de mi columna aquí en Yahoo.


El ser humano tiene un tremendo poder de adaptación y eso es bueno en algunas ocasiones, pero muy malo en otras.


Nos adaptamos a lo malo con mucha facilidad y ni siquiera intentamos cambiarlo o mejorarlo.


Si las escuelas en nuestros países cada día están peor y entendemos que nuestros hijos no están recibiendo la educación que los prepararía para un futuro lleno de cambios, contratamos tutores en vez de tratar de cambiar la escuela.


Si sabemos que estar demasiado gordos es algo que nos perjudica nuestra salud, en vez de solucionar el problema bajando de peso, nos compramos ropa en diferentes tamaños y la tenemos en el closet para usar la que mejor nos venga con el peso que tenemos al momento.

Pensamos que es imposible seguir una dieta o bajar de peso, además de achacárselo a nuestro metabolismo.

Siempre nos estamos dando excusas en vez de aceptar la realidad.


Unos psicólogos norteamericanos que asistieron al Congreso XVI de la Conferencia Internacional del SIDA en Toronto, Canadá, se sorprendieron de que el 90% de todas las ponencias eran sobre cómo adaptarse o manejar esa horrible enfermedad.

Sólo el 10% de los discursos y actividades eran sobre cómo prevenir la enfermedad. En otras palabras, en vez de concentrar en definir bien el comportamiento de los que sufren la enfermedad y concentrarse en cómo cambiar ese comportamiento para de esa forma erradicar la enfermedad, aceptan el mal y se concentran en qué hacer después de la enfermedad.


Es como si vieramos una caravana de automóviles dirigiéndose hacia un precipicio a gran velocidad y en vez de hacer algo para cambiar la dirección, para persuadirlos que apliquen los frenos o que eviten seguir marchando hacia el precipicio, lo que hacemos es comprar una flota de ambulancias para estacionarlas al pie del precipicio, para socorrer a los que se cayeron en el precipicio. ¿Tiene sentido esto? Espero que ustedes, mis cordiales lectores, estén de acuerdo conmigo.


El mundo, todos nuestros países, necesitan personas honestas, patriotas, que se preocupen por el país y que esten dispuestos a salirse de la zona de comodidad para que las cosas cambien.


Si la población se mantiene en la zona de comodidad y con una actitud de "eso no es mi problema, el gobierno es el que tiene que solucionar eso, no hay nada que se pueda hacer. Nos espera un futuro muy negativo.


Sin embargo, si más ciudadanos decentes y capaces, deciden tomar acción y enfrentar los problemas que nos estamos enfrentando en forma metódica y consistente, el futuro sería maravilloso.

Lo importante es entender que usted no debe caer en la zona de comodidad y no debe aceptar las consecuencias de los problemas que con un poco de creatividad e innovación, se podrían resolver.




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